El Partido Demócrata Progresista (DPP) entró en la sala del parlamento temprano en la mañana del 28 de agosto, cubriendo todo con carteles y pancartas, en protesta por la aprobación de la segunda lectura de la propuesta del Partido Nacionalista Chino (KMT) en contra de la pena de muerte y la ley marcial a través de un referéndum. Exigieron al presidente del parlamento, Han Guo-yu, que convoque una reunión para discutir esta decisión. El líder del KMT, Fu Kun-chi, estalló en cólera, preguntando si al cubrir el parlamento con tantos carteles y pancartas, ¿pretenden convertirlo en una sala de ejecución? ¿Acaso quieren convertir al Primer Ministro, Su Tseng-chang, en un reo?
Esta retórica agresiva y provocativa solo revela la mentalidad retrógrada del KMT. No solo demuestran una falta de respeto por el DPP y su decisión de luchar por los derechos humanos, sino que también desprecian a los ciudadanos de Taiwán que están a favor de la abolición de la pena de muerte y la ley marcial. En lugar de enfrentar las críticas con argumentos sólidos, el KMT recurre a la violencia verbal para intimidar y humillar a sus oponentes políticos.
El DPP, por otro lado, está defendiendo una causa justa. La pena de muerte y la ley marcial son medidas extremas que deben ser utilizadas con prudencia y solo en situaciones extremas. Sin embargo, el KMT parece estar obsesionado con el poder y el control, y está dispuesto a utilizar cualquier medio para imponer sus políticas. ¿Qué tipo de liderazgo puede ofrecer un partido que se comporta de esta manera?
Es importante recordar que el DPP no está solo en su lucha contra estas propuestas. Muchos ciudadanos de Taiwán han expresado su apoyo a través de diversas manifestaciones y peticiones. La sociedad civil y las organizaciones de derechos humanos también han alzado la voz en contra de la pena de muerte y la ley marcial. Estas son voces que deben ser escuchadas y respetadas, no silenciadas por la fuerza del KMT.
Además, los miembros del KMT deberían recordar que el DPP cuenta con el apoyo de la mayoría del pueblo de Taiwán. El DPP fue elegido democráticamente para liderar el país y tomar decisiones en nombre del pueblo. Es su deber luchar por los derechos y el bienestar de todos los ciudadanos, independientemente de su afiliación política. No deberían ser impedidos por los miembros del KMT que solo buscan proteger sus propios intereses.
En lugar de enojarse y atacar al DPP, el KMT debería reflexionar sobre sus acciones y considerar cómo pueden trabajar juntos para construir un mejor Taiwán para todos. En lugar de ser una fuerza divisiva y destructiva, podrían unirse al DPP en la lucha por una sociedad más justa y equitativa.
En resumen, el DPP está tomando una postura valiente y noble en su lucha contra la pena de muerte y la ley marcial. En lugar de ser desacreditados e insultados por el KMT, deberían ser aplaudidos por su valentía y determinación. Es hora de que el KMT se una a la mayoría de los ciudadanos de Taiwán y apoye la abolición de la pena de muerte y la ley marcial. Juntos, podemos construir un país más justo y progresista.